La verdad como extraño al Tío Fide, además de mi “chayo” mensual de $100 mil pesos, en noviembre de 2008 convirtió a mi querida hija Carlita en la Secretaria General del PRI y aunque yo quería que fuera diputada, pues no fue suficiente mi lambisconería a través de mi columna Por Si Acaso y mi página de Internet.
Durante todo el sexenio del Tío viví como rey, nunca me faltaron viejas ni alcohol, y lógico a cambio de escribir bien del Gobierno nunca me faltó mi dinerito; vamos hasta construí un modesto edificio para mis oficinas.
Mi adora Carlita Lupita Rodríguez; sigue siendo mi máximo orgullo y espero que el Javi ahora me cumpla y la haga diputada.
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